Personalidad dependiente

 

Destaca en esta personalidad el comportamiento sumiso y la necesidad de que se ocupen de uno. Necesitan que los demás tomen decisiones por ellos en aspectos importantes de su vida, no confían en su propio juicio y tienen mucho miedo de quedarse solos, pues se consideran incapaces de cuidar de sí mismos. En el síndrome de Peter Pan uno se niega a ser mayor, a madurar y prefiere anclarse en los primeros años de vida, arropado por los padres.

Las personas con trastorno de la personalidad por dependencia tienen grandes dificultades para tomar las decisiones cotidianas, siendo la característica clínica más importante de esta personalidad (p. ej., decidir qué color de camisa escoger para ir a trabajar o si llevar paraguas o no puede resultarles extremadamente difícil, si no cuentan con un excesivo asesoramiento y reafirmación por parte de los demás). Estos individuos tienden a ser pasivos y a permitir que los demás (frecuentemente una única persona) tomen las iniciativas y asuman la responsabilidad en las principales parcelas de su vida. Es típico que los adultos con este trastorno dependan de un progenitor o del cónyuge para decidir dónde deben vivir, qué tipo de trabajo han de tener y de quién tienen que ser amigos.

En el tratamiento hay que establecer metas claras y específicas para aumentar el sentido de autoeficacia. Imprescindible aumentar la asertividad. Las técnicas de autocontrol suelen también ser eficaces (auto-observación, auto-evaluación y auto-refuerzo).

 

A continuación, una serie de creencias y estrategias de defensa desarrolladas por este tipo de personas:

 

Creencias sobre sí mismos y sobre los demás

  • “Soy incompetente”
  • “Soy débil”
  • “Necesito a los demás para sobrevivir”
  • “Los demás son fuertes y capaces”
  • “Si dependo de los demás, voy a estar bien, pero si dependo de mis propias decisiones o trato de resolver problemas, fracaso”
  • “Si me someto a los demás, se ocuparán de mi, pero si les molesto, no lo harán”

 

Estrategias de defensa

  • Depender de los demás.
  • Evitar tomar decisiones.
  • Evitar tratar de resolver los problemas de forma independiente.
  • Tratar de complacer a los demás.
  • Someterse a los demás.
  • Ser indulgente y sumiso.
  • No afirmarse ante los demás.

 

■  Criterios para el diagnóstico de Trastorno de la personalidad por dependencia

 

Una necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, que ocasiona un comportamiento de sumisión y adhesión y temores de separación, que empieza al inicio de la edad adulta y se da en varios contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:

 

(1)    tiene dificultades para tomar las decisiones cotidianas si no cuenta con un excesivo aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás

(2)    necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las principales parce- las de su vida

(3)    tiene dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al te- mor a la pérdida de apoyo o aprobación. Nota: No se incluyen los temores o la retribución realistas

(4)    tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera (debido a la falta de confianza en su propio juicio o en sus capacidades más que a una falta de motivación o de energía)

(5)    va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y apoyo de los demás, hasta el punto de presentarse voluntario para realizar tareas desagra- dables

(6)    se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus temores exagerados a ser incapaz de cuidar de sí mismo

(7)    cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra relación que le proporcione el cuidado y el apoyo que necesita

(8)    está preocupado de forma no realista por el miedo a que le abandonen y tenga que cuidar de sí mismo