Personalidad narcisista

 

Los narcisistas suelen auto valorarse positivamente de una manera exagerada y desmedida, reclaman continuamente los elogios y admiración de los demás, y su soberbia y presunción causan rechazo en los demás. Reaccionan con irritabilidad y agresividad cuando se le minusvalora, mientras que su complejo de superioridad le lleva a descalificar a los demás, provocando un claro rechazo y distanciamiento. En el fondo, detrás de este comportamiento se esconde una falta de autoestima que motiva esa conducta petulante y exigente de admiración.

Las personas con este trastorno tienen un sentido grandioso de auto-importancia. Es habitual en ellos el sobrevalorar sus capacidades y exagerar sus conocimientos y cualidades, con lo que frecuentemente dan la impresión de ser jactanciosos y presuntuosos. Pueden asumir alegremente el que otros otorguen un valor exagerado a sus actos y sorprenderse cuando no reciben las alabanzas que esperan y que creen merecer. Es frecuente que de forma implícita en la exageración de sus logros se dé una infravaloración (devaluación) de la contribución de los demás. A menudo están preocupados por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios.


En su tratamiento, para corregir su autoimagen grandiosa hay que hacer énfasis en el pensamiento dicotómico y la imagen dual de sí mismo. Para su hipersensibilidad a la evaluación, exposición gradual en imaginación, y después en vivo. Y para aumentar la empatía, pueden resultar útiles técnicas como el ensayo en imaginación, inversión de roles y programación de comportamientos empáticos.

 

A continuación, una serie de creencias y estrategias de defensa desarrolladas por este tipo de personas:

 

Creencias sobre sí mismos y sobre los demás

  • “Soy inferior, no valgo nada, soy un pedazo de basura” (cuando percibe que los demás no le prestan atención o lo critican)
  • “Soy superior” (cuando recibe un tratamiento especial o un elogio de los demás)
  • “Los demás son superiores, dañinos, me descalifican”
  • “Si controlo a los demás o los subestimo, puedo sentirme superior a ellos (si no, me subestimarán y me sentiré inferior)”
  • “Si actúo de manera superior, puedo sentirme mejor conmigo mismo (si no, me siento dolorosamente inferior)”
  • “Si los demás me tratan de manera especial, queda demostrado que soy superior (si no lo hacen, debería castigarlos)”

 

Estrategias de defensa

  • Exigir de los demás un trato especial.
  • Ser hipervigilante al maltrato (o al trato “normal”) por parte de los demás.
  • Castigar a los demás cuando uno se siente disminuido, disfórico o subestimado.
  • Criticar, subestimar a los demás, tratar de competir y controlar a los demás.
  • Tratar de impresionar a los demás con posesiones materiales, logros, teniendo amistades de elevada posición social.
  • No cooperar con los demás para conseguir un objetivo común.
  • No tolerar inconvenientes, frustraciones o la falta de reconocimiento.
  • No satisfacer las expectativas de los demás sin conseguir un gran beneficio para uno mismo.

 

 

■  Criterios para el diagnóstico de Trastorno narcisista de la personalidad

 

Un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatía, que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:

 

(1)    tiene un grandioso sentido de auto-importancia (p. ej., exagera los logros y capacidades, espera ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados)

(2)    está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios

(3)    cree que es «especial» y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) que son especiales o de alto status

(4)    exige una admiración excesiva

(5)    es muy pretencioso, por ejemplo, expectativas irrazonables de recibir un trato de favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas

(6)    es interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas

(7)    carece de empatía: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás

(8)    frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él

(9)    presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios