Trastorno Bipolar

 

El trastorno bipolar solía conocerse como trastorno maníaco depresivo. Como el antiguo nombre sugiere, alguien con trastorno bipolar tendrá severos cambios del estado de ánimo. Estos cambios duran normalmente varias semanas o meses y van más allá  de lo que la mayoría de nosotros experimenta. Estos cambios son:

Bajadas o depresiones: Sentimientos de depresión intensa y desesperanza

Subidas o manías: Sentimientos de felicidad extrema y desesperanza

Mixtos: sentirse deprimido y al mismo tiempo tener la inquietud y el exceso de actividad de una fase maníaca.

Uno de cada 100 adultos tiene trastorno bipolar en algún momento de su vida. Generalmente empieza durante o después de la adolescencia. Es raro que empiece después de los 40 años de edad y afecta por igual a hombres y mujeres.

El manual diagnóstico DSM-IV habla de episodio maníaco, episodio mixto y episodio hipomaníaco.

 

Criterios para el episodio maníaco

A. Un período diferenciado de un estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, que dura al menos 1 semana (o cualquier duración si es necesaria la hospitalización).

B. Durante el período de alteración del estado de ánimo han persistido tres (o más) de los siguientes síntomas (cuatro si el estado de ánimo es sólo irritable) y ha habido en un grado significativo:

1. autoestima exagerada o grandiosidad
2. disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado tras sólo 3 horas de sueño)
3. más hablador de lo habitual o verborreico
4. fuga de ideas o experiencia subjetiva de que el pensamiento está acelerado
5. distraibilidad (p. ej., la atención se desvía demasiado fácilmente hacia estímulos externos banales o irrelevantes)
6. aumento de la actividad intencionada (ya sea socialmente, en el trabajo o los estudios, o sexualmente) o agitación psicomotora
7. implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto potencial para producir consecuencias graves (p. ej., enzarzarse en compras irrefrenables, indiscreciones sexuales o inversiones económicas alocadas)

C. Los síntomas no cumplen los criterios para el episodio mixto.

D. La alteración del estado de ánimo es suficientemente grave como para provocar deterioro laboral o de las actividades sociales habituales o de las relaciones con los demás, o para necesitar hospitalización con el fin de prevenir los daños a uno mismo o a los demás, o hay síntomas psicóticos.

E. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p.ej. una droga, un medicamento u otro tratamiento) ni a una enfermedad médica (p. ej., hipertiroidismo).

Nota: Los episodios parecidos a la manía que están claramente causados por un tratamiento somático antidepresivo (p. ej., un medicamento, terapéutica electro-convulsiva, terapéutica lumínica) no deben ser diagnosticados como trastorno bipolar I.

 

 

Criterios para el episodio mixto

A. Se cumplen los criterios tanto para un episodio maníaco como para un episodio depresivo mayor (excepto en la duración) casi cada día durante al menos un período de 1 semana.

B. La alteración del estado de ánimo es suficientemente grave para provocar un importante deterioro laboral, social o de las relaciones con los demás, o para necesitar hospitalización con el fin de prevenir los daños a uno mismo o a los demás, o hay síntomas psicóticos.

C. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento u otro tratamiento) ni a enfermedad médica (p. ej., hipertiroidismo).

Nota: Los episodios parecidos a los mixtos que están claramente causados por un tratamiento somático antidepresivo (p. ej., un medicamento, terapéutica electro-convulsiva, terapéutica lumínica) no deben ser diagnosticados como trastorno bipolar I.

 

 

Criterios para el episodio hipomaníaco

A. Un período diferenciado durante el que el estado de ánimo es persistentemente elevado, expansivo o irritable durante al menos 4 días y que es claramente diferente del estado de ánimo habitual.

B. Durante el período de alteración del estado de ánimo, han persistido tres (o más) de los siguientes síntomas (cuatro si el estado de ánimo es sólo irritable) y ha habido en un grado significativo:

1. autoestima exagerada o grandiosidad
2. disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado tras sólo 3 horas de sueño)
3. más hablador de lo habitual o verborreico
4. fuga de ideas o experiencia subjetiva de que el pensamiento está acelerado
5. distraibilidad (p. ej., la atención se desvía demasiado fácilmente hacia estímulos externos banales o irrelevantes)
6. aumento de la actividad intencionada (ya sea socialmente, en el trabajo o los estudios o sexualmente) o agitación psicomotora
7. implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto potencial para producir consecuencias graves (p. ej., enzarzarse en compras irrefrenables, indiscreciones sexuales o inversiones económicas alocadas)

C. El episodio está asociado a un cambio inequívoco de la actividad que no es característico del sujeto cuando está asintomático.

D. La alteración del estado de ánimo y el cambio de la actividad son observables por los demás.

E. El episodio no es suficientemente grave como para provocar un deterioro laboral o social importante o para necesitar hospitalización, ni hay síntomas psicóticos.

F. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento u otro tratamiento) ni a una enfermedad médica (p. ej., hipertiroidismo).

Nota: Los episodios parecidos a los hipomaníacos que están claramente causados por un tratamiento somático antidepresivo (p. ej., un medicamento, terapéutica electro-convulsiva, terapéutica lumínica) no deben diagnosticarse como trastorno bipolar II.

 

 

En el llamado Trastorno Bipolar I ha habido al menos una “subida” o fase maníaca que ha durado más de una semana. Algunas personas con Bipolar I tendrán solamente fases maníacas, aunque la mayoría tendrá también periodos de depresión.

En el Trastorno Bipolar tipo II se tiene más de una fase depresiva severa pero solamente fases de hipomanía.

Otros tipos de alteraciones son:

Ciclación rápida: Si se tienen más de cuatro fases en un periodo de doce meses. Afecta a 1 en cada 10 personas con trastorno bipolar y puede ocurrir con los tipos I y II.

Ciclotimia: Los cambios del estado de ánimo no son tan intensos como en el trastorno bipolar completo pero pueden duran más. La ciclotimia puede convertirse en trastorno bipolar completo.

No se conocen bien las causas pero los estudios sugieren que:

• Como el trastorno bipolar tiende a aparecer en determinadas familias, los factores genéticos tienen más importancia que la educación.

• Puede que haya un trastorno físico en los sistemas cerebrales que controlan el estado de ánimo‐  esto explica que a menudo el trastorno bipolar pueda controlarse con medicación.

• Acontecimientos estresantes o enfermedades físicas pueden precipitar cambios en el estado de ánimo.

Los cambios emocionales que las personas bipolares pueden experimentar dependen del momento del ciclo en el que se encuentren. Si se encuentran en el episodio depresivo pueden experimentar  los siguientes cambios:

 

Cambios emocionales

  • Sentimientos de depresión que no desaparecen.
  • Ganas de romper a llorar sin ningún motivo.
  • Perdida de interés.
  • Ser incapaz de disfrutar nada.
  • Inquietud y nerviosismo.
  • Pérdida de confianza en sí mismo.
  • Sentirse inútil, incapaz y sin esperanza.
  • Ideas de suicidio.

 

Cambios en el Pensamiento

  • Ser incapaz de pensar positivamente o con esperanza.
  • No poder tomar decisiones simples.
  • Tener dificultad para concentrarse.

 

Cambios Físicos

  • Pérdida de apetito y de peso.
  • Dificultad en conciliar el sueño.
  • Despertarse más temprano de lo normal.
  • Sentirse completamente agotado.
  • Estreñimiento.
  • Pérdida de interés en el sexo.

 

Cambios en el Comportamiento

  • Dificultad en empezar o acabar cosas, incluso tareas diarias.
  • Llorar mucho o sentir que se quiere llorar pero sin poder hacerlo.
  • Evitar la compañía de otras personas.

 

En caso de encontrarse con un episodio maníaco las emociones experimentadas y los cambios que sufren serán diferentes. La manía es un sentimiento extremo de bienestar, energía y optimismo. Puede ser tan intensa que afecte a tu manera de pensar y de juzgar.  Puedes creer cosas extrañas de ti mismo, tomar malas decisiones y comportarte de manera vergonzosa, dañina y a veces peligrosa. Como pasa con la depresión, puede hacer difícil o imposible afrontar el día a día de manera efectiva. Una fase maniaca puede afectar tanto a las relaciones personales como a la vida profesional. Cuando no es tan extrema, se llama “hipomanía”.

Entre los cambios experimentados destacan:

 

Cambios Emocionales

  • Estar muy feliz y excitable.
  • Sentirse irritable hacia otros que no comparten su optimismo.
  • Sentirse más importante de lo normal.

 

Cambios en el Pensamiento

  • Estar lleno de ideas nuevas y emocionantes
  • Ir de una idea a otra con rapidez.
  • Oír voces que otros no pueden oír.

 

Cambios Físicos

  • Sentirse lleno de energía.
  • No querer o ser incapaz de dormir.
  • Tener mayor interés en el sexo.

 

Cambios en el Comportamiento  

  • Hacer planes grandiosos y poco realistas
  • Estar Muy activo, moviéndose rápidamente de un lado para otro.
  • Comportarse de manera distinta a lo normal.
  • Hablar con rapidez (a otras personas les cuesta entender de qué se está hablando).
  • Tomar decisiones extrañas sin darles la debida consideración, a veces con devastadoras consecuencias.
  • Derrochar dinero.
  • Tratar con exceso de confianza o criticar a otras personas.
  • Estar, en general, desinhibido.

 

Si uno se encuentra en medio de una fase maníaca por primera vez, puede ser que no se dé cuenta de que algo va mal, aunque sí lo hagan amigos, familiares y compañeros. La persona se puede sentir ofendida si alguien intenta hacérselo notar. Gradualmente se pierde contacto con asuntos cotidianos y con los sentimientos de los demás.

Si una fase maníaca o depresiva es suficientemente severa se pueden tener “síntomas

psicóticos”.

En fases maníacas, los síntomas tienden a ser ideas grandiosas sobre uno mismo, que se tiene una misión importante que cumplir o que se poseen poderes y aptitudes especiales.

En fases depresivas, se puede sentir que uno es excepcionalmente culpable, que es peor que nadie, o incluso que ha dejado de existir.  

Además de estas creencias extrañas también se pueden tener alucinaciones (cuando se oyen, huelen, sienten o ven cosas pero no hay nada o nadie para justificarlo).

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