Tantra y sexo

 

SEXO TÁNTRICO COMO TERAPIA

 

El sexo tántrico es una práctica oriental basada en textos budistas e hindúes, que invita a relajarse y prolongar el acto sexual. Hoy en día la práctica sexual habitual, y las creencias que la rodean es, en muchas ocasiones, completamente disfuncional, y por ello no es extraño que haya disfunciones sexuales. La práctica del sexo tántrico supone olvidarse del sexo convencional, de la rapidez, del deprisa y corriendo, del mañanero. Se trata de olvidar todas las pautas y conductas aprendidas durante años y abrir la mente. Si alguna vez has practicado yoga o alguna disciplina de relajación oriental, este ritual te resultará más familiar y si no es así, debes partir de que el sexo tántrico se basa en encuentros largos y relajados, sin prisas; se venera el éxtasis y se busca un placer más prolongado a través del deleite de los goces sensuales.

Se puede decir que en occidente estamos atrapados en un concepto de éxtasis ligado al orgasmo y, sobre todo, a la eyaculación. Para el Tantra, la eyaculación es una pérdida de energía y con eyacular una vez al mes, el cuerpo fisiológicamente tiene más que suficiente. Además, en el Tantra a la mujer no se le considera un simple "recipiente sexual", sino una diosa que da y recibe energía.

Se trata de olvidar todo lo que hasta ahora pensábamos. No cabe duda de que estamos rodeados de presiones externas, nuestros amigos nos preguntan cuántas veces “lo hicimos” anoche o si nuestro chico/a es muy activo sexualmente. Todo eso no hace más que crear una ansiedad anticipatoria y crearnos determinadas expectativas respecto a lo que se supone que tenemos que ofrecer a nuestra pareja o las exigencias que tiene que satisfacer el otro. Por ello, nuestra atención pasa de ser focalizada en las sensaciones, caricias y amor, tanto recibidos como proporcionados, y nos centramos en si aguantaré lo suficiente, o si seremos capaces de hacerlo 4 veces.

Los seguidores más puristas del sexo tántrico aseguran que con practicar el sexo una vez al mes es suficiente y, de hecho, se recomienda no practicar mucho sexo para así acumular energía sexual.

El Tantra es una disciplina llena de ritos y una forma de convertirla en uno, es rodear nuestras sesiones en pareja de objetos que llenan los sentidos. Por eso, es recomendable encender velas blancas y perfumadas, colocar flores frescas y comprar aceites para masajear a tu pareja, buscar música de relajación y apagar o desconectar cualquier aparato que pueda hacer ruido e interrumpirnos.

También es conveniente dejar al pie de la cama frutas y agua para los momentos de descanso y deshacerse de cojines, edredones o sábanas que puedan molestar. 
 

Una de las cosas más importantes es planear con anticipación el encuentro y darse un espacio. Reservar por lo menos una o dos tardes completas al mes para los dos; las velas, la fruta, etc., son ayudas, pero no son indispensables, porque lo que en verdad importa es estar presente, con total conciencia y vivir el momento como si fuera de los dos y de nadie más.


La respiración

Recuerda que la respiración es primordial en el sexo tántrico. A continuación te sientas con tu pareja, el hombre debe estar sentado con las piernas abiertas y las rodillas lo más cerca del piso, con los talones uno frente al otro. La mujer se sube en el hombre y lo rodea con sus piernas. Si la cama es muy blanda se puede hacer el ejercicio en el suelo con un cojín, colchoneta…  y luego comenzar a respirar en forma pausada, así cuando uno exhalas, el otro inhala; la idea es respirar del aire del otro, al final cerrar los ojos y empezar a dejar la mente limpia de pensamientos.

 

Caricias y masajes

Masajea a tu pareja lentamente y explora todo su cuerpo a excepción de los pechos y la parte genital. Haz movimientos largos y circulares, buscando el propio placer de hacer el masaje. Después de quince minutos pueden cambiar de posición y vuelven a explorar su cuerpo detenidamente.

Para jugar un poco, se puede utilizar el beso del deseo, recuéstense uno junto al otro, se miran a los ojos y se besan sin tocarse, siguiendo el ritmo de la respiración y luego se acercan un poco más. La pareja debe mirarse fijamente y besarse la piel para luego, poco a poco y sin apresurarse, llegar a la parte genital con suavidad y dulzura.

 

Penetración

En el sexo tántrico la penetración es un paso más, no algo esencial ni un fin. La primera etapa de la penetración debe ser estática, en la cual el pene se queda inmóvil dentro de la vagina, mientras la pareja continúa acariciándose suavemente. Después los dos órganos se empezarán a mover libremente, dejándose llevar por el momento. Esta parte puede durar hasta 30 minutos.

Es importante que continúen sentados, donde la mujer permanece encima del hombre durante la penetración, pueden hacer variaciones pero la mujer siempre está encima del hombre.

 

El orgasmo

Si la erección es muy fuerte y sientes que se acerca la eyaculación vuelvan a los ejercicios de respiración con caricias suaves, y si aun así la erección sigue, puedes hacer presión en la zona del perineo. Cuando te sientas finalmente preparada, ¡¡¡déjate llevar!!!

 

Dominio máximo de la técnica

Como verás, la mujer se ha convertido en la parte activa del juego. La postura clásica de dominio es conocida como la postura de Kali. Kali, en el Tantra, es la diosa capaz a través de sus encantos de despertar el erotismo en los dioses más poderosos, se le representa muchas veces amando a Shiva y logrando que él contra su voluntad eyacule, logrando así que Shiva  genere nuevos mundos.

Para emular a Kali, la mujer se pone en cuclillas y el juego continúa. Los movimientos pueden ser lentos o vigorosos y la mujer puede detener el movimiento pélvico, para simplemente dedicarse a usar los músculos internos de la vagina para apretar y acariciar el pene. En la postura de Kali, el hombre no hace un solo movimiento, se relaja totalmente y deja que la mujer lo haga todo; el hombre procura extender al máximo las sensaciones, mientras que la mujer hace lo necesario para que el hombre termine. Cuando una mujer logra, en la postura de Kali, que tanto ella como él lleguen al orgasmo al mismo tiempo, habrá dejado atrás muchos bloqueos o karmas y se dice que se convierte en dueña de su propio placer, porque siempre ha sido la fuente de gozo. 

 

Lo más importante de todo no es llegar a dominar la técnica ni emular a Kali. Lo que importa es dejar atrás todas esas creencias disfuncionales con respecto al sexo y tener como único objetivo disfrutar y gozar en pareja, sin prisas, sin exigencias, sin tabúes y completamente relajados. A continuación presentamos una tabla con las creencias y valores del Tantra, a modo comparativo con las creencias y valores occidentales, respecto al sexo.

 

TANTRA

  • Cuanto menos mejor: hacer el amor una vez al mes para acumular energía sexual.
  • Encuentros sin sexo genital: estar abiertos a una experiencia diferente en la que el placer no esté enfocado en el orgasmo, sino en el disfrute de los sentidos.
  • Encuentros sin eyaculación: la solución tántrica es prolongar la etapa última, la más intensa, inhibir el espasmo para permanecer indefinidamente en el punto límite. Ese es el verdadero orgasmo masculino.
  • Preparativos: preparar el ambiente, hacerlo agradable, con música, velas, sábanas suaves, aromas y privacidad.
  • El poder de la mirada: llegado el momento del encuentro nos dedicaremos a mirarnos bien cerca, de forma fija, hasta que el deseo se vaya encendiendo.
  • Caricias y masajes: es el siguiente paso, masajear lentamente, explorando el cuerpo, a excepción de pechos y genitales.
  • Inhalar y exhalar: respirar del aire del otro.
  • ¡Jugar!: beso del deseo
  • Las mujeres arriba: el hombre está quieto, se relaja y deja que la mujer haga lo suyo.
  • Por último, un largo y profundo orgasmo: el orgasmo no es el final, sino el inicio, permanecer relajados e ir más allá del placer…

 

OCCIDENTE

  • Cuánto más mejor: hacer el amor cuantas más veces al día mejor.
  • Encuentros con sexo genital: el objetivo es conseguir el orgasmo a través de la penetración.
  • Encuentros con eyaculación: el orgasmo implica eyacular y no es posible tener un orgasmo sin ella.

 

 

  • Naturalidad: los encuentros deben ser naturales, sin preparativos. Cuanto más natural sea mayor libertad sexual sentiremos.
  • El poder del pene: llegado el momento, introduciremos el pene en la vagina.

 

  • Azotes: un buen azote es indicador de que tenemos buen sexo y que vamos más allá de una relación sexual convencional o aburrida.
  • Meter y sacar: cuanto más la meta y la saque mejor amante soy.
  • ¡Azotar!: seguir azotando, no sea que nos aburramos.
  • Las mujeres abajo: que hay que azotarlas.
  • Por último, un simple orgasmo…

 

 

 

 

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